EL
MUNDO
8
agosto 2016
Ivo Pitanguy, el cirujano plástico cuya
destreza con el bisturí llevó a celebridades de todo el mundo a su mesa de
operaciones, falleció el pasado sábado, justo un día después de que portara la
antorcha olímpica hasta el estadio de Maracaná para los Juegos de Río.
El
brasileño, que tenía 90 años, murió de un ataque al corazón en su casa de Río,
según desveló un portavoz de la familia, tras un año sufriendo una enfermedad
renal.
Así, en
septiembre del pasado año, estuvo ingresado en el Hospital Samaritano de Río de
Janeiro para someterse a una hemodiálisis.
Pitanguy, que llegó
a ser el cirujano plástico más famoso del mundo, y el más caro, era todo un un icono cultural en su país considerado un escultor de
cuerpos y rostros. Aunque nunca hizo públicos los nombres de las "celebrities" que pasaron por sus manos, se sabe que
retocó los rostros más importantes de la historia del cine, como Sophia Loren y
Elizabeth Taylor, personalidades como Jackie Onassis
o incluso el piloto de Fórmula 1 Nicky Lauda, quien sufrió graves quemaduras
tras un grave accidente durante una carrera.
Nacido
en la ciudad de Belo Horizonte en 1926, siempre
sintió una gran sensibilidad para la pintura, que le llevó a ocupar el sillón
número 22 de la Academia Brasileña de las Letras y ha hacer de su casa en el
elegante barrio de La Gavea, en Río, un verdadero
museo con valiosísimas piezas pictóricas y escultóricas.
Viajero
empedernido, amplió sus estudios de cirugía en los centros más prestigiosos de
Estados Unidos, Francia e Inglaterra.
En 1961
organizó y creó el Servicio de Quemados del Hospital Antônio
Pedro, en Niterói, tras el incendio que asoló el
Circo Norteamericano de la localidad, en el que 500 personas perdieron la vida
y más de 4.000 sufrieron quemaduras de diferente consideración.
En
2013, Pitanguy fue galardonado en España con el
Premio Iberoamericano de Cirugía Cortes de Cádiz Pedro Virgili
por su trayectoria profesional.
Con el
paso de los años, Pitanguy había desarrollado una
filosofía respecto de su trabajo, según declaró él mismo en 2003 al Magazine de